Los santos inocentes.
1984, Extremadura rural de antes de la Guerra Civil. Duración: 1h 48 minutos.
El tema principal es la propia sociedad española, caracterizada por la soledad individual y colectiva, una soledad que es fruto de la desconexión entre pobres y ricos, campo y ciudad, y de la división de los españoles a causa de la Guerra Civil.
En la banda sonora de Los santos inocentes destacan dos cosas: su sobriedad y su afán experimental. La banda sonora se compone esencialmente de dos temas bien diferenciados que transmiten, cada uno a su manera, una sensación de tristeza y desamparo.
Personajes:
- Paco, el Bajo (Alfredo Landa). Es la bondad y el atruismo en persona y posee un profundo humanismo. Pacientemente soporta las particularidades de su cuñado, del señorito y de su hija. Tiene un olfato extraordinario, comparable a lo de un perro de caza, debido a lo cual es el secretario preferido del señorito Iván.
- Régula (Terele Pávez). Régula es el sufrimiento feminino, la rabia tragada, la humildad y paciencia... . Aguanta su situación de servidumbre con pasividad, abnegación y la disposición a servir. Una de las frases constantemente repetida por ella es "ae, a mandar, para eso estamos".
- Azarías (Paco Rabal). Azarías es el hermano retrasado de Régula. Junto con la Niña Chica representa los verdaderos santos inocentes de la narración, seres que no se pueden defender personalmente. Es una persona marginada que se enuentra en una estrecha relación con la naturaleza. Cuando mata a Iván, no lo hace por motivos ideológicos. Azarías mata porque antes ha visto al señorito matar a su grajilla, un acto de violencia contra la naturaleza.
- Quirce (Juan Sánchez) y Nieves (Belén Ballesteros). Quirce y Nieves, adolescentes normales que experimentan los primeros brotes de silenciosa rebeldía y que son la presencia de otra España joven que comienza a apuntar a otro estilo de vida. Al contrario que sus padres, Quirce y Nieves tienen una conciencia orgullosa de sí mismos y se oponen contra el depotismo de la clase dirigente en la medida en que pueden. No toleran las humillaciones por parte de los señores.
- El señorito Iván (Juan Diego). Iván es el hijo de la marquesa y el hermano de la señorita Miriam. Es un personaje insensible, egoísta y cambiante de humor –representando el despotismo, la opresión y la injusticia– que solamente piensa en su propio beneficio. No respeta a nadie, lo cual se muestra en el hecho de que denomina a casi todos con el apelativo de "maricón".
ESTRUCTURA NARRATIVA:
El conflicto que se plantea en la obra es el ya mencionado de la diferencia de clase social, y el sometimiento al que son llevados los ignorantes y pobres, por parte de los ricos y poderosos, por su propio interés, y de cómo no los respetan lo mas mínimo, e infravaloran sus vidas totalmente, sin importarles nada sus sentimientos, solo para conseguir un beneficio. En la obra se oponen personajes como el Azarías, o Paco el Bajo, que son pobres e ignorantes, y están oprimidos por otros, como Iván o el Ministro, que son los que tienen el poder.
El cortijo es el universo espacial en el que ubica la historia. Es un paisaje rico en matices que revela unaestructura social semifeudal y arcaica, y también una vinculación estrecha entre el ámbito y las vidas de los hombres que lo pueblan. El paisaje es distinto para cada personaje, según sea amo o siervo. El cortijo pone de relieve una situación injusta en la que “los inocentes” se llevan la peor parte. Para ello, el autor se detiene en los elementos que lo conforman y en la relación de los personajes con aquél.
Abundan los planos generales.
Algunos puntos humorísticos por parte de Azarías contrastan con la crudeza general de la película.
Melodía desgarradora y desafinada, capaz de encoger el corazón. Antón García Abril lo captó muy bien al componer el tema principal (solo hay dos) de Los santos inocentes (1984). Se trata de una pieza melancólica y desacompasada, interpretada por un pastor con un viejo rabel y arreglada con un violín de cuerdas metálicas, que provoca en los espectadores de la gran obra maestra de Mario Camus una desazón comparable a la que transmite la foto desvaída de la familia de Paco, el Bajo y el alarido casi animal de la Niña Chica.
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